El hombre ha sido definido por la teosofía como un ser tridimensional cuya conciencia registra siete dimensiones.Plutarco, filósofo griego , autor del libro Vidas Paralelas y Osiris e Isis, entre otros, refiriéndose al compuesto trino del hombre escribía” Yérran grandemente los que confunden al Espíritu o Nous con el Alma o Psiché y no menos yérran los que confunden al Alma o Psiché con el Cuero o Soma.
De la unión del Espíritu con el Alma nace la Inteligencia y de la unión del Alma con el Cuerpo nace la pasión.
Ahora bien, de estos tres elementos, la Tierra ha dado el Cuerpo ; la Luna ha dado el Alma y el Sol ha dado el Espíritu, por donde el hombre , aun en esta vida,es un habitante de la Tierra, de la Luna y del Sol. En lenguaje teosófico. Tierra, es cuerpo solido; Luna, rige las Emociones y el Sol, el Espìritu.
Por su parte, el filósofo y astrónomo griego Agrippa, remarcaría esta naturaleza trina al señalar: “ existen tres mundos, el Elemental ( o espíritu de las cosas); Intelectual ( el propio del hombre) y el Celeste ( o de los Devas o Ángeles).
Del análisis de estas enseñanzas , que no son exlusivas de Plutarco o Agrippa, sino que las han sostenido todas las escuelas esotéricas y teológicas, se desprende que el hombre no es simplemente su cuerpo, sino que más allá de èste, posee un Alma y un Espíritu, todo lo cual conforma una unidad. Por medio de la meditación , el hombre logra la Unidad. En ese estado no tiene lugar la angustia, el temor y el odio, que son sensaciones notables del hombre de nuestro tiempo.
El problema se presenta cuando la conciencia se pluraliza para atender los requerimiento de las siete dimensiones que subyacen en la naturaleza humana. Esas siete dimensiones, en las cuales actúa la conciencia ,ha sido denominada por la Teosofía como la Constitución Septenaria, sobre la cual EXPLICARÉ EN OTRAS NOTAS PARA TENER LA OPORTUNIDAD DE LIBERARNOS DE LOS PROBLEMAS PSICOLÓGICOS Y EXISTENCIALES QUE ATORMENTAN A LOS SERES DE ESTE SIGLO.
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